lunes, 31 de diciembre de 2018

¡Esto es todo, amigos!

Los últimos días de diciembre desembocaron irremediablemente en el final de 2018 y también trajeron consigo la conclusión del Taller de Restauración Paleontológica de Cuenca. Tras seis meses de duro trabajo y aprendizaje, los integrantes del taller cesamos nuestra actividad y el almacén de Lo Hueco se cierra hasta nuevo aviso. Los últimos días han sido frenéticos: acabar de preparar piezas, cerrar informes, colocar materiales y utensilios... pero no por ello, hemos dejado de hacer actividades:

CIENCIA Y MAGIA EN EL TEATRO DE FIGURAS

Durante el transcurso del Taller de Restauración Paleontológica del año pasado establecimos contacto con el Taller de Empleo Museo Español del Títere organizado por La Máquina Real, ya que nuestros lugares de trabajo están muy cercanos, y desde entonces entre ambos talleres se ha establecido una relación de “hermanamiento”, por la cual nos intercambiamos visitas y hacemos actividades conjuntas.


Por ello, el pasado 21 de diciembre, no podíamos faltar a la inauguración de la exposición “Ciencia y magia en el teatro de figuras” en el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, que representaba la culminación de todo el trabajo que se ha llevado a cabo en el presente año en el Taller de Empleo Museo Español del Títere II.


A lo largo del recorrido por la exposición se pueden ver diferentes recreaciones que nos dan una idea del teatro de figuras en España entre los siglos XI y XX: desde los conocidos gigantes y cabezudos, pasando por bavasteles, fantasmagorías, retablos mecánicos, tutilimundi y mundinovi, hasta una gran tarasca con forma de dragón en el centro de la sala. Nuestra enhorabuena a todos los integrantes del Taller de Empleo Museo Español del Títere II por su gran trabajo. Si quieres verlo, acércate antes del 7 de abril de 2019 al Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha.


FINALIZANDO LAS JORNADAS DE PUERTAS ABIERTAS

El miércoles 26 celebramos nuestras dos últimas sesiones de Jornadas de Puertas Abiertas con un numeroso público en el que destacó un grupo procedente de Buenache de la Sierra. Como en sesiones anteriores, la gente mostró su entusiasmo por nuestro trabajo y no dejó de sorprenderse con los secretos que aún esconde el patrimonio paleontológico conquense.


LAS TORTUGAS FÓSILES DE CASTILLA-LA MANCHA

El pasado jueves 27 pusimos fin al ciclo de conferencias organizado por el Taller de Restauración Paleontológica de Cuenca en el MuPa-CLM con la charla “Las tortugas fósiles de Castilla-la Mancha” a cargo de Adán Pérez García, investigador del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED y uno de los más importantes autores en el estudio de las tortugas fósiles, de las que ha descrito más de una veintena de nuevas especies y un número similar de nuevos géneros.


A lo largo de su conferencia, Adán comenzó hablando de la dimensión sociocultural de las tortugas, para continuar explicando el estado de conocimiento actual del registro fósil de estos animales en Castilla La-Mancha y las implicaciones derivadas de su estudio para el registro europeo. Todo un placer contar con su presencia para cerrar este ciclo.

...Y SE ACABÓ

Así es. Todos los integrantes del Taller de Restauración Paleontológica de Cuenca sabíamos que esto tenía una duración concreta. Ya lo decíamos al principio: seis meses en los que ocho alumnos (que al final fueron nueve porque José Manuel se fue, aunque nunca nos dejó, y Luna vino, aunque parece que siempre estuvo ahí), iban a recibir formación en restauración paleontológica y en divulgación del patrimonio paleontológico conquense trabajando con el valioso material fósil procedente del yacimiento de Lo Hueco. Sus procedencias eran dispares: licenciados en bellas artes, titulados en conservación y restauración de bienes culturales o graduados en biología... Muchos de los alumnos no habían tocado un fósil hasta que comenzaron el taller y sus conocimientos sobre paleontología eran escasos, pero su trabajo y su enorme motivación a lo largo de este medio año ha dado lugar a resultados espectaculares.


No vamos a negar que las primeras semanas del taller fueron duras. Se llevó a cabo una importante labor de limpieza y colocación de utensilios para acondicionar de forma óptima lo que iba a ser nuestro lugar de trabajo. Uno de los proyectos que se llevaron a cabo fue la musealización de la nave-almacén, a partir de la reutilización de viejas vitrinas procedentes del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha. Para ello, se planteó realizar carteles que ayudasen a una mejor comprensión de nuestro discurso en las Jornadas de Puertas Abiertas que comenzaban en septiembre. Los alumnos elaboraron textos en los que explicaban de forma general el yacimiento de Lo Hueco y los principales grupos animales que se han encontrado en el yacimiento: saurópodos titanosaurios, tortugas botremídidas y cocodrilos alodaposúquidos. Con ilustraciones y maquetaciones originales, el resultado fueron cuatro bonitos carteles colocados junto a varias piezas procedentes de la colección seleccionadas en base a su peculiaridad y espectacularidad. Todo ello, en diferentes vitrinas y pedestales señalizados con sus respectivas cartelas... Una preciosura.


En agosto recogimos el guante que nos tiraron desde el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha, ya que nos proponían que llevásemos las charlas que realizaban diferentes especialistas en el taller al ámbito del museo. La idea ya se propuso desde el taller el año pasado y no pudo ser, pero este año salió adelante y se estableció una dinámica de conferencias quincenales con temas relacionados con la exhibición permanente del museo. Por el ciclo han pasado investigadores como José Luis Sanz, Francisco Ortega, Fernando Escaso o Adán Pérez-García entre otros. En el taller sabíamos lo difícil que es enganchar al público general y decidimos currarnos una buena campaña de promoción en redes sociales y en la calle. Si, en la calle. Repartíamos carteles y los pegábamos en bibliotecas, paneles públicos, bares, pubs, oficinas de turismo, etc. Durante los últimos cinco meses, en Cuenca no era raro tomarse una cerveza en un bar con un cartel de Concavenator a tus espaldas o ir a estudiar a la biblioteca y cruzarte con la foto del trilobites Neseuretus en un tablón de anuncios. Estamos muy satisfechos con la gente que nos ha apoyado con su presencia y eternamente agradecidos a los ponentes, que de forma desinteresada acudieron a nuestra llamada para poner su granito de arena en la difusión del patrimonio paleontológico conquense.


Los últimos cuatro meses, desde septiembre, se han realizado Jornadas de Puertas Abiertas todos los miércoles por la tarde. Por el taller han pasado cerca de 400 personas que han podido ver de primera mano el trabajo que hemos realizado: desde el desembalaje de las piezas hasta el trabajo de laboratorio y el almacenaje de los ejemplares terminados, pasando por la realización de réplicas y moldes. La práctica totalidad de las visitas ha quedado encantada con la explicación de los alumnos y hemos podido comprobar una demanda de la sociedad conquense en conocer más sobre su patrimonio paleontológico.


En cuanto al trabajo de laboratorio, durante estos seis meses los alumnos han actuado en la preparación de cerca de un centenar de piezas siguiendo criterios científicos: varios ejemplares del esqueleto axial y apendicular de saurópodos titanosaurios, algunos asociados a esqueletos articulados ya preparados que ayudan a completar la información aportada por estos, y un gran número de elementos vertebrales de cocodrilos alodaposúquidos que servirán para estudiar y analizar próximamente el, por el momento, poco conocido esqueleto postcraneal de este grupo de animales en el yacimiento.


Además en el módulo de moldes y réplicas, destaca la realización de un nuevo puzzle, similar al que hicimos el año pasado con Concavenator. Esta vez el protagonista ha sido un saurópodo titanosaurio y ha quedado guapísimo.


Por otro lado, los alumnos también estuvieron implicados en la reconstrucción de la parte distal de una cola de saurópodo titanosaurio. Primero modelaron en arcilla las vértebras y posteriormente realizaron moldes de cada una de ellas. Finalmente hicieron las reproducciones en escayola y las fueron pintando para darle un aspecto realista.


También hemos viajado mucho estos seis meses: seguimos los ecosistemas mesozoicos por Fuentes, Cañada del Hoyo, Buenache de la Sierra, Portilla, Teruel, Madrid o Valencia, e intentamos descubrirlos en el yacimiento de Poyos, en Buendía (Guadalajara). Nos hubiera gustado ir al yacimiento de Las Hoyas, pero no pudo ser (aunque algunos de los integrantes del taller sí que pudieron asistir a los seminarios que organizaron)...


La guinda del pastel vino en noviembre, cuando convencimos a Javier Gutiérrez, uno de los alumnos del taller, para que se presentase al “I Concurso de Pintura Mural y Graffiti” organizado por el Ayuntamiento de Cuenca y la Asociación El Canto del Gallo. Javi, ayudado por el resto de integrantes del Taller de Restauración Paleontológica de Cuenca, participó con un mural en la Plaza del Romero en el que el protagonista era Lohuecotitan pandafilandi, el saurópodo emblema del yacimiento de Lo Hueco (Fuentes), seguido por una manada. Durante el concurso, los viandantes se paraban para ver el proceso de creación del mural y se mostraban encantados. La sorpresa llegó varios días después cuando Javi recibió el segundo premio del certamen... En el siguiente vídeo se puede ver el “cómo se hizo...”:



A modo de resumen, creo que cada uno de los integrantes del Taller de Restauración Paleontológica de Cuenca debe sentirse orgulloso del trabajo realizado: se han hecho avances sustanciales en la preparación de piezas importantes para su estudio dentro del desarrollo del proyecto de investigación, se han hecho mejoras significativas en el almacén, se han realizado numerosos elementos didácticos y divulgativos, y se han llevado a cabo multitud de actividades para difundir el patrimonio paleontológico conquense. En definitiva, se ha trabajado bien en el laboratorio, pero también se ha realizado un gran esfuerzo por sacar la riqueza fósil de Cuenca a la calle. En cierto modo, creo que se ha conseguido. Y puede decirse que a día de hoy, aquellos alumnos que apenas habían tenido contacto con los bichos mesozoicos de Cuenca, ya están infectados con el virus de la Paleontología...


IVÁN

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